Tarija vivió este martes la primera procesión por la tradicional festividad de San Roque después de dos años de haberse interrumpido la celebración presencial a causa de la pandemia del Covid-19.

Este año, la fiesta religiosa estrena la declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Decenas de chunchos promesantes acompañaron la imagen del Santo Patrono que inició su recorrido por la calle Trigo para seguir por otras arterias del centro citadino de la capital tarijeña luego de la solemne misa oficiada en la Iglesia.

A ellos les siguieron devotos, entre hombres y personas, para expresar su fe hacia San Roque para pedirle salud y el cese de la pandemia del Covid-19 que provocó la muerte de familiares y amigos desde su aparición en el primer trimestre del 2020.

"Hoy vimos una buena cantidad de chunchos promesantes para cumplir su promesa y la Fiesta Grande de Tarija declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad la tenemos que preservar, proteger y proyectarla a todo nivel", dijo el costumbrista Juan Flores.

Más de 200 chunchos promesantes ataviados con sus multicolores vestimentas y turbantes participaron en la primera procesión.

El alcalde Johnny Torres señaló que San Roque es una festividad que expresa la fe del pueblo tarijeño hacia el Santo Patrono que se debe celebrar con cautela y las medidas de bioseguridad por la pandemia.

"El origen de la fiesta evoca a un leproso que pedía limosna en el tiempo que hubo la peste en Tarija. Por eso es una fiesta profundamente religiosa y nos sentimos orgullosos de su celebración cada año", afirmó Torres.

La festividad religiosa de San Roque culminará el 11 de septiembre próximo.