Solo ha sucedido hasta ahora en películas de ciencia ficción.
Pero la NASA planea hacerlo de verdad: chocar un asteroide para desviar su rumbo y defender la Tierra.
Si todo sale bien, el impacto deberá ocurrir este lunes 26 de septiembre a las 19:14 EDT (23:14 GMT).
La misión se llama DART, sigla de Double Asteroid Redirection o prueba de redirección de doble asteroide.
Ninguno de estos asteroides representa un riesgo actual para la Tierra. Pero la NASA espera demostrar y medir el desvío en la órbita de Didymos B como consecuencia del choque.
La nave también cuenta con un instrumento a bordo llamado DRACO, un sistema de navegación óptica que captará imágenes del asteroide para ayudar a dar en el blanco.
Los científicos también lanzarán una pequeña sonda en forma de cubo llamada LICIACube, diseñada por la Agencia Espacial Italiana, que registrará el impacto.
Guiar a la misión DART hasta el asteroide Didymos B no será fácil y requiere comprender el comportamiento del sistema binario.
Para ello, un equipo internacional de astrónomos coordinado por la investigadora Cristina Thomas, de la Universidad de Arizona (EE.UU.), ha venido observando a Dydymos desde 2015.
También se realizaron estudios en Cerro Paranal en Chile, donde los científicos observaron al sistema Didymos con el Telescopio Muy Grande, un conjunto de cuatro telescopios con espejos de 8,2 metros del Observatorio Austral Europeo.
"El sistema Didymos es demasiado pequeño y está demasiado lejos por lo que lo vemos solamente como un punto de luz", señaló Andy Rivkin, uno de los científicos del equipo DART.
"Pero podemos obtener los datos que necesitamos midiendo el brillo de ese punto de luz, que cambia cuando Didymos A rota y Didymos B orbita".
Los cambios en el brillo indican cuándo la pequeña luna Didymos B pasa por delante o queda oculta detrás de Didymos A.
Estas observaciones ayudarán a los científicos a determinar la posición exacta de ambos asteroides y el tiempo de impacto para maximizar el efecto de desviación de Didymos B tras el choque.
Las observaciones de los telescopios no son suficientes, sin embargo, para comprender totalmente a Didymos B.
"Aunque estamos realizando observaciones desde tierra, no sabemos mucho sobre su composición y estructura", afirmó Angela Stickle, del equipo de simulación de DART.
"Debemos anticipar y simular una amplia gama de condiciones y predecir resultados posibles, para que una vez que DART se estrelle contra Didymos B podamos entender las mediciones de los instrumentos".
La estructura del asteroide es un dato esencial. Los científicos no están seguros si Didymos B está compuesto de roca sólida, escombros sueltos o algo más suave similar a la arena.
Una superficie más suave absorberá más la fuerza de DART durante el impacto, y el desvío del asteroide será menor que si se tratara de una roca sólida.