De jeans, una chamarra azul y una mochila. Así llegó el príncipe Harry a Vancouver (Canadá), en un vuelo privado procedente de Londres, para reunirse con su esposa Meghan Markle y su hijo Archie.
La tormenta para esta joven familia aún continúa. Y es que a pesar de que la reina Isabel II, abuela de Harry, aceptó que se retire de la familia real y se vaya a vivir a Norte América, aún no están establecidos algunos asuntos de la vida del hijo de Lady Di.
Al renunciar a la familia real Harry dejará de percibir los $us 26 millones que anualmente la entregaba la corona británica. La pregunta ahora es ¿de dónde sacará dinero para mantener a su familia?
Desde la primavera europea dejará de utilizar el título de duque de Sussex y no tendrá el tratamiento de alteza real, que tantas puertas le ha abierto en su vida.
Mientras Meghan estaba en Vancouver estuvo mirando casas para comprar. Los medios aseguran que le gustó una situada en el exclusivo barrio de Golden Miles, que tiene un costo de $us 27 millones.
También se supo que la plataforma de contenidos audiovisuales Netflix le ofreció trabajo a la pareja.
Nuevamente juntos Harry y Meghan han sido vistos en Vancouver caminando por una plaza, vestidos de manera informal