Los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron este martes una nueva ronda de ataques sobre objetivos “enemigos”, entre ellos, israelíes y estadounidenses. Así, el portavoz militar del grupo chií, Yahya Sarea, confirmó que sus misiles habían alcanzado la ciudad portuaria de Eilat, al sur de Israel.
“Objetivos israelíes en la zona de Umm Rashrash” (antiguo nombre de Eilat) han sido atacados “exitosamente”, comienza el mensaje difundido en redes sociales, que agrega que, en paralelo, la maniobra implicó una ofensiva sobre “el buque estadounidense ‘Mado’, en el mar Rojo”, que involucró “un número adecuado de misiles navales”. La embarcación cuenta con bandera de las Islas Marshall y se dirigía a Singapur, desde Arabia Saudita.
En ninguno de los casos se especificaron bajas o daños.
Como suele hacer Sarea en sus comunicados, justificó sus acciones bajo el “cumplimiento moral, religioso y humanitario para con el pueblo palestino”, en medio de la ofensiva de Tel Aviv mantiene sobre Gaza, con el fin de erradicar a los terroristas de Hamas, así como por “la agresión británico-estadounidense”.
“Las fuerzas yemeníes, con la ayuda de Alá, siguen cumpliendo con su deber (...) hacia el pueblo palestino oprimido. Sus acciones no se detendrán hasta que la gente de la Franja de Gaza sea liberada”, concluye el escrito.
La víspera, el Ejército de Israel informó que un “objetivo aéreo sospechoso”, que se supo era procedente de la región del mar Rojo, cayó en una zona abierta cerca de Eilat. La amenaza fue controlada por la Fuerza Aérea Israelí, por lo que no se informó de daños o heridos.
Asimismo, el domingo la Marina británica de Operaciones Comerciales (UKMTO) dijo haber recibido una notificación proveniente de un buque comercial por “una explosión en las proximidades”, en el mar Rojo, que no causó víctimas ni daños. Este episodio derivó de una nueva ofensiva hutí sobre esta ruta vial, clave para el comercio.
Precisamente, la explosión se produjo cuando el barco navegaba a “85 millas náuticas al este de Adén”, en Yemen, y “se dirigía a su siguiente puerto de escala”, sumó la agencia.
Estas reiteradas acciones llevaron a que, este mismo martes, el Consejo de Seguridad de la ONU emitiera una condena y pidiera un cese inmediato de ellas, tanto en el Mar en cuestión como en el estrecho de Bab el Mandeb y el golfo de Adén, recordando a los terroristas el Derecho Internacional y los derechos que respaldan al ejercicio de navegación.
Los miembros expresaron su rechazo “en los términos más enérgicos” a los ataques que iniciaron el pasado octubre y que ya se han cobrado la vida de tres tripulantes del MV True Confidence, dejaron heridas a varias personas y hasta derivaron en el hundimiento del MV Rubymar. También exigieron la liberación inmediata de los oficiales a bordo del MV Galaxy Leader, secuestrados desde hace más de 100 días.
A raíz de los “impactos negativos” que estos episodios han tenido en el comercio, la seguridad y el medioambientales, los miembros recordaron en su escrito “la importancia de mejorar la cooperación internacional y regional, para contrarrestar las amenazas a la paz y la seguridad en la región, pidiendo una reducción de las tensiones en el mar Rojo, para preservar el proceso de paz en Yemen” e intentando “evitar una mayor escalada con posibles consecuencias multidimensionales”.