No todos tienen gimnasio propio Los jugadores de la NBA dejaron sus lujos a un lado y se entrenan como pueden

Basket | abr 04 2020 | 22:09

Algunos equipos intentaron continuar con los entrenamientos inmediatamente después de que la NBA suspendió su temporada por tiempo indeterminado, pero ante el avance del coronavirus​, la liga bajó la línea de que todas las franquicias debían cerrar sus instalaciones.

Alguna vez ocurrió, la última a fines de 2011, que la NBA entrara en el cierre patronal a causa de la falta de acuerdo con el sindicato de jugadores. Si bien parece un caso similar, dos cosas son diametralmente opuestas en esta realidad actual.

Una es que en aquel momento las instalaciones estaban a disposición de los deportistas. Pero la otra es que no había comunicación entre los equipos y los jugadores. Hoy ocurre exactamente lo contrario: no hay un espacio para el entrenamiento pero sí vínculo con los staffs.

Si bien muchos jugadores no tienen elementos para realizar ejercicios y mucho menos una semi cancha o un aro -¿por qué habrían de tenerlos cuando cuentan con comodidades que van más allá de la imaginación en las instalaciones de sus equipos?-, la NBA les ha permitido a los equipos enviarles algunos materiales como pesas o bicicletas fijas a sus casas.

Las realidades individuales son disímiles. Mientras LeBron James cuenta con un gimnasio en su casa y hasta tiene una canchita al aire libre, otros como Kevin Huerter (Atlanta) puede asistir a un gimnasio en Nueva York y Jeff Teague (también de los Hawks) tiene el suyo propio en Indiana.

Pero incluso aquellos a los que se les pueden enviar cosas (especialmente los rookies o los jugadores que menos cobran) viven en ocasiones en departamentos no demasiado grandes, por lo que no todo es tan sencillo, incluso en el híper profesional mundo de la NBA.

En este marco, muchas de las franquicias están utilizando aplicaciones para celulares o tablets a través de las cuales les envían a sus jugadores los ejercicios para llevar a cabo día a día.

“Mantener a un deportista motivado aun cuando no saben cuándo podrán volver a competir es quizás uno de los mayores desafíos para uno“, le dijo a AP, Claus de Souza, uno de los asistentes en la preparación física de los Denver Nuggets, y amplió: “Incluso fuera de temporada uno tiene la idea de cuándo volverán al campus. Ahora es todo bastante engañoso“.

Mientras muchos equipos confían en la buena fe de los jugadores, otros demandan que se hagan videollamadas para asegurarse de que los atletas cumplan, aunque también tiene que ver con poder hacer un mejor seguimiento de los ejercicios. Algunos apelan a Zoom, la aplicación de moda, para mantener reuniones con múltiples participantes y así crear un ambiente más de equipo.

La alimentación no deja de ser otro desafío, especialmente para estos momentos en que el grado de exigencia física es indefectiblemente menor por la coyuntura. Pero gran parte de las complejidades pasan por la encrucijada mental que enfrentan hombres que a esta altura deberían estar encarando los últimos partidos de fase regular, con mucho en juego.

“La prioridad no es entrenar todo lo posible tanto como lo es asegurarnos de que los jugadores estén bien mentalmente y sepan que cuentan con nuestra ayuda”, agregó Souza.

“Hay una velocidad de entrenamiento, una de prácticas y otra de partidos. Y si lo querés llevar a otro nivel, también está la velocidad de los playoffs“, le explicó al SA Express News, Joe Rogowski, director de medicina deportiva de la Asociación de Jugadores.

“Es difícil llegar del primero al último enseguida con la intensidad que esas instancias demandan. No se puede igualar, pero se puede intentar llegar lo más cerca posible“, finalizó.

Según informó: clarin.com


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