Jhonattan sobrevivió en la selva tomando agua de lluvia, acechado por animales peligrosos y cree que una tribu no contactada lo protegió

Nacional | feb 27 2023 | 19:34

La historia detrás del hombre de 30 años que sobrevivió un mes en la selva en la región de Baures-Beni es descrita como una completa 'pesadilla'. Para sobrevivir, Jhonattan Acosta Abuid tuvo que tomar agua de lluvia que acumulaba en sus botas, huir de los animales peligrosos, cazar animales silvestres (chancho tropero) e insectos para alimentarse, no dormir por las noches, incluso sintió que miembros de una tribu desconocida lo protegían desde lejos.

Para muchos benianos, este cazador está vivo de 'milagro', por lo que celebran que haya sido encontrado con vida. La pesadilla de Jhonattan comenzó el pasado 25 de enero cuando junto con un grupo de amigos se internan en la selva para cazar; sin embargo, Jhonattan, que es más conocido como 'Negro', no volvió a salir.

"En otras oportunidades encontré miles de víboras, pero en esta ocasión no encontré ninguna, si encontré tigres (jaguar), chanchos de monte, osos hormigueros, caimanes y otros animales que pueden haber en la selva. (...) Hasta sentía que había gente en el monte, puedo garantizar que hay tribus que, por sus huellas, sé que estaban muy cerca de mi", relató Jhonattan en una entrevista con Radio Panamericana.

Una escopeta fue su compañera y arma de defensa, que no soltó durante los 31 días que estuvo perdido en la selva. 

Por las huellas frescas que encontraba a su paso, asegura que eran de miembros de tribus no reconocidas, pues sus pisadas no son iguales a las de otras personas, incluso dice que logró encontrar heces de humanos, por eso Jhonattan cree que ellos fueron los que lo protegieron muchas veces de los animales peligrosos, como jaguares.

"Las huellas estaban muy cerca mío, creo que ellos no estaban con la intención de hacerme daño, es más, estaban cuidándome porque un día que me desperté, habían huellas del tigre (jaguar) cerca de donde me dormí, pudo haberme atacado, pero creo que recibí apoyo divino de Dios y de esas personas de la tribu", relata el sobreviviente.

Este cazador que estaba siendo buscado por sus familiares y amigos, señala que no era la primera vez que se adentraba en la selva, pues conocía el terreno y los riesgos que implican, pero nunca imaginó que se perdería por un mes y que lograra salir con vida.

"El monte es grande, uno no sabe la cantidad de biodiversidad, de gente que aun no se ha llegado ni a investigar ni a conocer, por eso no descarto que exista  gente no contactada en la selva", añade.

Desde la noche del sábado, cuando fue encontrado, Jhonattan  se encuentra internado en un centro de salud de Baures. Fue encontrado por inmediaciones de la comunidad La Asunta, por cuatro personas, entre ellos uno de sus hermanos que estaba con un grupo de amigos buscándolo.

Cuenta que uno de los objetivos de cazar no fue para erradicar a los animales, sino para alimentarse, pues estaban acampando en busca de minerales que hay en la selva de Beni. "No solo voy y cazo animales, me gusta la naturaleza, hago videos, pero en este caso estaba en ese sector denominado Lago Bolsón de Oro porque es rica en el sistema de la minería y buscábamos diamantes y oro", explicó a Panamericana.

Para esta excursión, los amigos de Jhonattan ya habían abierto un camino de 25 kilómetros, siendo la segunda vez que visitaban el lugar, luego de avanzar decidieron cazar, y fue entonces cuando él se alejó del grupo de amigos y se perdió en medio de la selva.

Hoy recién se animó a contar parte de su testimonio, pues dice que aún sufre de algunos traumas y pesadillas por todo lo que vivió los 31 días en la selva. "Durante casi una semana no pude dormir, tengo problemas de nervios por las tropas de animales que se me aparecían cada 300 metros. Si les nombrara la cantidad de animales que vi", recuerda un poco angustiado.

Agrega que para comer, tuvo que cazar un chancho tropero o de monte, incluso, su hermana Milade Acosta Abuid, quien acompaña a Jhonattan todos los días desde su rescate, cuenta que él acumulaba agua en su bota para poder tomar el líquido, incluso, los días que no llovía, éste oraba pidiéndole a Dios que haga llover.

Según informó: eldeber.com.bo


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