Tras los hechos violencia en la zona de las Lomas de Arena, en Santa Cruz, diferentes asociaciones de la prensa y organizaciones políticas expresaron su repudio debido a que un trabajador de la prensa del diario cruceño El Deber resultó herido en medio de los enfrentamientos entre vecinos y avasalladores.

Mediante un pronunciamiento conjunto, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) y la Asociación de Periodistas de Santa Cruz (APSC) rechazaron la escalada de violencia en la toma de predios de la familia Kim.

“Como consecuencia de la virulenta ofensiva de los avasalladores que actuaban encapuchados y armados con palos y machetes, resultó con graves heridas el periodista Juan Carlos Fortún”, recuerda el comunicado.

“El equipo de prensa de El Deber fue agredido, perseguido y amenazado y, como consecuencia, el periodista Fortún sufrió heridas de consideración y tuvo que ser auxiliado y trasladado a un centro médico. Lo mismo ocurrió con un vecino autoconvocado para ayudar a proteger el predio Kim que desde el 22 de octubre está en la mira de los avasalladores”, añade.

En tanto, la senadora por Comunicada Ciudadana Cecilia Requena sostuvo que, ante el incremento de casos de agresión, el periodismo se está convirtiendo en una profesión de alto riesgo en Bolivia y atribuyó el fenómeno al discurso de odio que empleó el Gobierno contra los medios durante los últimos años.

“Las autoridades no hacen lo que tienen que hacer; por ejemplo, el fiscal no investiga cuando ocurren actos flagrantes y lo que rige es la impunidad, como en el caso Las Londras. Hemos visto que se está liberando a todos los acusados por la agresión a los periodistas”, indicó Requena. “Lo que tenemos es una aceleración y una intensificación de las agresiones brutales a los periodistas. Tenemos datos del Observatorio de los Defensores de Derechos humanos de Unitas que nos dicen es que el año pasado eran 73, que era un número escandaloso, y ahora tenemos arriba de 107 casos de agresiones contra los y las periodistas”, enfatizó la legisladora.

Policía no reacciona

Las asociaciones de la prensa responsabilizaron de lo ocurrido a las autoridades llamadas a garantizar la seguridad ciudadana y proteger la propiedad privada que, sin embargo, “no han hecho nada para impedir la escalada de violencia”.

“Lamentamos la falta de reacción inmediata de la Policía en hechos que son aprovechados por grupos de avasalladores armados que en varias regiones del país atentan contra la integridad y la vida de los periodistas y vulneran la libertad de expresión y de prensa”, sostiene el documento.

Por otro lado, denunciaron además que la tarea de informar se está convirtiendo en una labor de “alto riesgo” en Bolivia, debido al clima de hostilidad hacia la prensa y la “total impunidad” contra los ataques a medios de comunicación y a periodistas.